En el cole se trabaja para mejorar la expresión oral del alumnado, aquí os dejamos una muestra.
Desde nuestra empresa de Licencias de actividad promovemos cualquier iniciativa relacionada con la educación de nuestros hijos. En nuestra empresa de ingeniería sabemos el papel tan importante que jugáis en la vida de nuestros hijos.
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ITE: cuando el edificio habla, hay que escucharlo
Dicen que las paredes no hablan… pero mienten. Porque si un edificio pudiera levantar la voz, lo haría para suplicar una revisión a fondo, de esas que detectan el paso implacable del tiempo. Y ahí entra la ITE —Inspección Técnica de Edificios—, un trámite que, aunque suene burocrático, no es papel mojado: es seguridad, prevención y sentido común.
¿Qué es la ITE? Pues algo tan sencillo —y tan necesario— como una revisión médica para los inmuebles veteranos. Una ITV, pero en versión ladrillo y cemento. Un examen que se le hace a cualquier edificio que ya ha cumplido los 50 —y no precisamente en plena forma— para comprobar si sigue siendo un lugar seguro donde vivir, trabajar o simplemente pasar por debajo sin miedo a que se le caiga a uno una cornisa encima.
¿Para qué sirve? Para eso mismo: evitar desgracias. Como tener un extintor co2 y el extintor abc a mano cuando se necesita, o revisar las instalaciones eléctricas antes de que ardan. La ITE escudriña fachadas, azoteas, estructuras, bajantes, fontanería, cableado... todo lo que no se ve, pero que sostiene el día a día.
¿Y quién la hace? Técnicos competentes, como arquitectos o aparejadores que, con bata blanca —figuradamente—, examinan cada rincón del edificio y redactan un informe. Si el edificio está en forma, certificado favorable. Si hay achaques, toca pasar por quirófano: obras, reparaciones y, luego sí, segunda revisión.
¿Y si no se pasa? Entonces vienen los problemas: sanciones que pueden alcanzar los 6.000 euros, bloqueo en la venta del inmueble, problemas con el seguro y, en algunos casos, intervención municipal por vía de urgencia. Vamos, que no es ninguna tontería.
¿Y cuánto cuesta? Pues depende: entre 200 y 1.000 euros, según tamaño y complejidad. Pero créame, más caro es no hacerla. Además, siempre hay margen para comparar presupuestos, que no hay ley más vieja que la de la oferta y la demanda.
¿ITE o IEE? Ojo, que no son lo mismo. El IEE es una versión vitaminada del anterior: incluye la inspección técnica, pero añade aspectos de accesibilidad y eficiencia energética. Suele exigirse cuando se solicitan ayudas públicas para rehabilitación.
En resumen: si su edificio ha superado el medio siglo, no lo deje para mañana. Hágale una revisión, cuide su inversión y, sobre todo, garantice su seguridad y la de todos los que lo habitan. Que el ladrillo, aunque callado, también se cansa.